Una madre china, al más puro estilo "Martirio", pasea entre la multitud de la Ciudad Prohibida de Pekín. |
China es un país enormemente tradicional, y la mayoría de estas tradiciones y costumbres resultan realmente extrañas de cara a los occidentales, sin embargo, no es a esto a lo que nos vamos a referir en este artículo, sino a todas aquellas pequeñas cosas de su día a día que nos llamaron la atención desde el primer momento en que pisamos suelo chino.
1.- Formas de refrigerarse.
Nuestro periplo por tierras chinas transcurrió durante los meses de julio y agosto, justo la época del año en la que más aprieta el calor en China, de manera que tuvimos la oportunidad de ver la curiosa forma que tienen los chinos de refrigerarse, que no es otra que la de llevar una toalla húmeda sobre sus cabezas.
No es nada extraño ver a multitud de chinos por las calles con una toalla en la cabeza. |
Otro turista chino que combate el calor con la típica toalla en la cabeza mientras hace cola para entrar en la Ciudad Prohibida de Pekín. |
Un turista chino con la camiseta levantada justo por encima del ombligo. Una imagen que te cansarás de ver en China. |
2.- Los chinos y las cuclillas.
Aunque parezca increíble, una de sus posturas favoritas son las cuclillas, pero ojo, mientras nuestras cuclillas son con las puntas de los pies (y aún así ya resultan incómodas), ellos las hacen con las plantas de los pies totalmente apoyadas en el suelo. Parece fácil, pero no lo es, de hecho, una vez intenté mimetizarme con ellos y me puse en esa postura mientras hacía cola para entrar a un baño público, y creedme, a los pocos segundos aquello resultó ser una auténtica tortura (tortura china, dirían algunos).
Un señor chino descansa a la puerta de un museo de Shanghai en su postura favorita. |
3.- Los baños son agujeros en el suelo.
Y, hablando de baños públicos, a parte de hoteles y aeropuertos, lo normal y salvo en contadas ocasiones, será encontrar el típico aseo asiático, que en resumen consiste en un agujero en el suelo (olvídense de las típicas tazas del baño al estilo europeo).
Un típico aseo chino. Y éste estaba muy limpio comparado a otros. |
Aunque hablando de baños, y en honor a la verdad, también tenemos que decir que fue precísamente en China donde encontramos el baño más sofisticado que hasta la fecha hemos usado. Ocurrió en nuestro hotel de Guilin, donde al segundo día de estar allí, nos dijeron que había quedado libre una de las suites y nos la ofrecieron sin coste alguno. Lógicamente aceptamos encantados y la habitación era espectacular, pero lo mejor de todo fue el baño, un auténtico prodigio de la tecnología lleno de mandos y botones con infinidad de funciones que igual te calentaba la taza que te limpiaba y secaba el trasero de forma automatizada.
Este era el sofisticado aseo que encontramos en Guilin. |
4.- Escupen continuamente.
Los chinos escupen a todas horas, en cualquier parte y sin pudor alguno. Para ellos es algo tan normal y lo hacen continuamente sin ningún tipo de miramiento. Tanto es así que no resulta extraño encontrar señales como esta:
Señal de "No escupir". |
5.- Los pañales están sobrevalorados.
En China muchos niños no usan pañales ni nada que se le parezca, simplemente llevan una apertura en el trasero y cuando la cosa aprieta, sólo tienen que ponerse de cuclillas (sí, esa postura que tanto les gusta) y dejar correr lo que venga.
Un niño chino sin pañal. |
Esta es otra cosa que nos pareció muy curiosa, por lo visto los chinos son capaces de dormirse en cualquier parte (incluso en sus puestos de trabajo) y además hacerlo en las posturas más inverosímiles.
Esta vendedora de la ciudad china de Pingyao, no duda en echarse una siesta entre cliente y cliente. |
7.- Les encanta bailar.
A la población china le gusta mucho bailar en las calles, sobre todo a las personas más mayores, así que no es nada extraño encontrar grupos de gente bailando en cualquier parque o espacio público y ver como el grupo se va engrosando con espontáneos que pasaban por allí.
Aquí tenemos un pequeño grupo de bailarines dándolo todo en los jardines del Templo del Cielo de Pekín. |
8.- Adoran a las rubias.
Desde el principio pudimos comprobar que las chinas y los chinos (sobretodo ellas) sienten auténtico fervor por las cabelleras rubias y, si eres una chica de pelo claro, no dudarán en asaltarte en cualquier parte para, sin ningún tipo de reparo, pedir que poses para ellos y poder así hacerte la foto que acto seguido subirán a su red social china preferida. Hemos de reconocer que durante esos días nos sentimos como auténticas "celebrities".
Un grupo de jovenes chinos se hacen un selfie con Mayka en las calles de Pingyao. |
9.- Apasionados de los selfies.
Si bien es cierto que la fiebre por los selfies es un fenómeno mundial, la verdad es que en ninguna parte del mundo hemos visto una afición tan desmesurada a hacerse autorretratos como en China.
Una estudiante china se hace un selfie en el Templo del Cielo de Pekín ante la atenta mirada de su compañera. |
10.- Sentido del ridículo.
Decir que los chinos carecen de sentido del ridículo sería seguramente muy injusto, pero es innegable que es algo que a todos se nos ha pasado por la cabeza cuando hemos estado allí.
Este "cowboy" de Shanghai montado en su triciclo estaba pidiendo la foto a gritos. |
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