miércoles, 17 de enero de 2018

¿Qué convierte a un pueblo en "encantador"?

Mucho se habla de los "pueblos con encanto" pero, ¿sabemos qué es en realidad un pueblo con encanto? Es decir, ¿cuales son las cualidades que diferencian a un pueblo, digamos normal, de un pueblo encantador?
Mijas - Andalucia

Lo cierto es que no hay una única cualidad que le confiera a una localidad este apelativo, más bien podríamos decir que se trata de un conjunto de ellas y que cuantas más reúna un pueblo, más cerca estará de ser considerado como “encantador”.


Podríamos hablar de muchas más, pero las siguientes características no suelen faltar en este tipo de pueblos:

CASCO ANTIGUO.

Está claro que poseer un casco antiguo con solera y repleto de serpenteantes callejuelas empedradas le da a cualquier ciudad un aire muy genuino.

Muchas ciudades españolas tienen algún céntrico barrio de este estilo, pero la cosa va más allá cuando todo el pueblo en sí es un laberinto de callejones en el que resulta una gozada poder perderse y encontrar así un buen restaurante en la esquina menos esperada donde comer algo típico de la región.

UN POCO DE COLOR.

¿A quien no le gusta tener siempre unas bonitas flores en casa? ¿Verdad que es siempre una vista agradable? Pues si extrapolamos esto a una escala mayor, más o menos vendríamos a estar hablando del concepto de Horticultura Ornamental, que es un movimiento que promueve la transformación de pueblos y ciudades a través de las plantas con flor.

En este sentido, en Cataluña podemos encontrar la iniciativa Viles Florides, que son aquellos pueblos y ciudades catalanas que destacan en este aspecto y mejoran la calidad de vida de sus habitantes por medio de paisajes urbanos ajardinados y espacios verdes, tanto a nivel privado como público.
Pineda de Mar - Barcelona
Mucho colorido en Pineda de Mar (Barcelona)

UN BUEN CAMPANARIO.

Reconozcámoslo, no importa que seamos o no creyentes, o lo mucho o poco que nos sintamos cómodos en los lugares de culto de cualquier religión, pero está claro que un hito vertical sobresaliendo entre un conglomerado de casitas bajas luce muchísimo. Y en los pueblos de nuestro país ese hito vertical no es otro que el típico campanario de la iglesia del pueblo.

UN RÍO.

Otro de los elementos que sin duda refuerza la imagen de cualquier ciudad es un buen río. Para el caso de los pueblos nos valdría con un pequeño riachuelo y no es necesario que cruce el casco urbano ni que sea demasiado caudaloso, nos valdría con que pase lo suficientemente cerca como para crear una bonita estampa.

UN ANTIGUO CASTILLO.

España está repleta de antiguas fortificaciones y es muy típico encontrar alguna de estas construcciones en lo alto de un promontorio dominando a la población que se alza a sus pies.

Tenemos muchos ejemplos de bonitos pueblos dominados por antiguos castillos, como Morella, Xàtiva o la localidad manchega de Alcalá del Júcar, que además reúne los otros dos elementos que mencionábamos párrafos atrás (campanario y río).
Alcalá del Júcar, un pueblo con mucho encanto
Una bonita imagen de Alcalá del Júcar.

EL ENTORNO.

Como suele ocurrir, para decidir si algo es bonito (en este caso, un pueblo), no es suficiente con mirar de puertas hacía dentro, pues no cabe duda que el entorno que rodea a la población tendrá mucho que decir.

Tomemos el ejemplo de los pueblos y aldeas de los Pirineos o los que están junto al mar, que ya tienen mucho ganado sólo por su mera ubicación.

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