Ahora que se acerca el verano, y no podemos viajar al extranjero, es momento de aprender a disfrutar y valorar nuestro país. Es el momento de viajar en él, recorrerlo y disfrutarlo, invirtiendo también en los pequeños comercios para entre todos conseguir recuperarnos lo antes posible de esta crisis.
Es hora de empezar a explorar nuestro propio país. |
Hay un sin fín de ciudades de España que no conocemos, que siempre hemos soñado con visitar y, este verano, si las restricciones lo permiten, es el momento de hacerlo. Nunca fue tan fácil salvar nuestro país. Solamente necesitamos recorrerlo y dedicarle un poco de nuestro tiempo. Podemos dejar esas vacaciones en el Caribe o esa escapada a Londres para el año que viene.
Una manera de conocerlo, muy original y sobre todo segura, es mediante los paseos en globo. Son una actividad para realizar con la familia o amigos, es decir, sin estar en contacto con los demás y que permite admirar España desde una perspectiva totalmente diferente.
Los viajes en globo, generalmente, comienzan en el amanecer o en el atardecer, lo cual permite disfrutar de unas vistas increíbles del lugar escogido para realizarlo. La duración del vuelo según la opción escogida suele estar entre los 60 o 90 minutos. Pero serás citado con la sufieicnte antelación para mostrarte con paciencia el funcionamiento y presenciar cómo se hincha el globo, que ya es un espectáculo en sí mismo.
Esta maniobra de preparación dura en torno a 30 minutos, en los que se puede ver como la vela lentamente se llena de aire. Momentos después, el piloto será el encargado de encender los quemadores y calentar el aire frío del interior para que el globo se ponga en pie. En este momento, ya empiezas a notar ese hormigueo en el estómago, síntoma inequívoco de que algo emocionante está por llegar.
Una vez finalizado este proceso, es el momento en el que los pasajeros deben subir a bordo de la canasta y comenzar a disfrutar de la experiencia.
El vuelo no tiene movimientos bruscos ni desagradables ya que todos los pilotos están formados para ofrecer un vuelo relajado y las corrientes de aire estudiadas para proporcionar una experiencia tranquila diariamente.
Y finalmente llega el momento del aterrizaje, ¡el más divertido para muchos y el más temido para otros!
La mayoría de los pasajeros afirman que volar despeja la mente, ya que sienten una sensación inmensa de paz y tranquilidad, además los son viajes muy suaves. Y lo más importante, es una gran experiencia que quedará en el recuerdo para siempre.
Se trata de una manera muy común de realizar turismo activo que, además, de cara al control de la actual pandemia, es bastante segura, ya que compartes espacio solo con tus allegados, ¿te animas a disfrutar de esta experiencia?
No hay comentarios:
Publicar un comentario